domingo, 6 de septiembre de 2020

RELATOS DE LA PAMPA. NADERÍAS. Textos de Rui Fabian Marquez Herrero


 "Viejas historias me pueblan la memoria, lejos, mar pampa verde, cerca azul agua y olas. A veces son mínimas, un detalle, un gesto clavado en el olvido que me encuentra."

Naderias 1

Estoy en el espacio de arena que descubre el mar cuando se retira, paralela sed que discurre al infinito y me sitúa entre las duras rocas y el lamer manso de las olas. 

No abarca solo mi mirada, sino todos los sentidos, pertenezco al absoluto que sabemos, aquello oculto que palpita en el silencio y que una noche, por vez primera, desbordó unos ojos sosegando mis ansias por un instante pequeño tanto como una vida.

También habia un mar, dos continentes, una luna llena empapada soltando lastres ocres, naranjas y amarillos, deslizandose y temblando sobre el agua hasta nosotros.

Allí intui lo que sentí sería para siempre, un para siempre diminuto, como lo es toda una vida. Pura ilusión el dolor es más fuerte que la alegría, la memoria de la felicidad duele.

La marea sube mientras el sol se oculta tras el Trocadero, la gente bebe, sus risas forman un murmullo intermitente con el romper de las olas.

Una niña con vestidito blanco me observa atentamente desde los límites altos del jardín, ajena a la fiesta y el paisaje. 

Anochece.

 


                                                                                  

Naderias 2. A mi amigo Gabriel.

Doce años tardaron en florecer los jacarandá, los que planté entre las palmeras, en la cuesta que lleva a la casa. Sus flores, coronando la copa me sorprendieron hoy por la mañana.

Me acordé de nuestros niños, cuando pequeños correteando pendiente abajo con la intención de echar a volar y de tí, de tus razonamientos certeros.

¿Puede un árbol cambiar su raíz? Pueden florecer sin ellas. Habías decidido volver. La última noche, sentados en el borde de la galería preguntaste:              ¿Qué será de nuestras vidas? Y nos quedamos en silencio, perplejos, bajo un cielo tenue, de luz de estrellas. Sentí el vacío, supe que te llevarías las tertulias, los momentos de lectura compartida, el análisis de las letras de los tangos, la risa de tus dramas hechos comedia, el saber que estabas ahí, en definitiva, la amistad. 

Me dejarías sólo de tu amistad y sin una parte de mi mismo porque es ilusión, todo nostalgia la amistad con un mar por medio, sin el café y el cigarro de algunas mañanas, bajo los plataneros de tu barrio.

Pero ¿sabes, viejo amigo? Quedarse ó volver siempre es camino nuevo, emigrantes somos de la infancia, la alegría, el amor y la vida.                                                  Tú regresando, yo quedandome con la misma ausencia a la espera de éstas  tardías flores que hoy me sorprendieron.                                                              Pronto pintarán de violáceo el camino por donde tú como nuestros niños, echaste a volar.

 

domingo, 23 de agosto de 2020

TESTIGO RUGIDOR DE HISTORIAS

 

 

Una fábrica de armas cuya única función es matar, trabaja camuflada de fábrica abandonada, gris, con ventanas grises, con el único objetivo de hacer dinero.

A escasos metros y minutos de Donosti, la playa, el mar, el relax y las gaviotas. 

A escasos metros y minutos del anual festival de jazz, una de las músicas más subyugantes y emocionantes que existen. 

A escasas dos horas de Donosti los camiones enormes cargan verduras producidas gracias  a la explotación de personas a quienes se les niegan sus derechos laborales y humanos.

El mar sigue subiendo, bajando, bajando y subiendo,  desplazando barcos, personas, turistas, barcos de guerra, soldados, desplazados, testigo rugidor de historias.

Testigo rugidor de historias. 

Testigo rugidor de historias.  

 

Fué en el colegio de curas llamado Seminario, uno de los más prestigiosos de Montevideo, Uruguay.

Había un profesor de historia que en una clase dijo  que las armas siempre terminan usandose.

Pasó mucho tiempo, mucho, mucho. 

Una muchacha delgada de pelo largo, arrastraría por los pasillos aquella reflexión y la llevaría consigo toda la vida.

Hoy, casi 40 años después, muy cerca del origen de esos abuelos que emigraron de esta tierra a aquella, surge de la maraña de la memoria ésta reflexión:

¿Existiría ésta fábrica de armas cuando Amoná y Pepe emigraron?

El mar, testigo rugidor de historias.

Testigo rugidor de historias.  

Testigo rugidor de historias.  

 

 

 









           

Representación de Mari, numen principal de la mitología vasca precristiana

 

 



viernes, 21 de agosto de 2020

AL TELÉFONO, LA MUERTE



- ¿Por la montaña?

- Si, por la montaña, madre, bella, muy bella, cinco días caminamos.

- ¿Vas solo?

- No, somos muchos, todos vamos hacia el norte, a cumplir nuestros sueños.

Nueva York me espera.

- ¿Llegaste a la frontera?

- Escondidos estamos, al amanecer la cruzamos.

- ¿Me llamas cuando llegues?

- Tuuuu… Tu tu… Tuuuu… Tu tuu…

Las voces quedan suspendidas en el aire de Guatemala, El Salvador, Honduras, Brasil, México, Ecuador.

Del otro lado, en Tamaulipas la muerte amontona los sueños rotos.

 

 

Poema inspirado en la primera masacre de San Fernando conocida fuera de México como masacre de Tamaulipas ocurrida entre el 22 y el 23 de agosto de 2010.

Fué un crimen cometido por el Crimen Organizado en el Ejido de Huizachal del Municipio de San Fernando, Tamaulipas, México.

Los 72 asesinados fueron en su mayoría inmigrantes de centro y Suramérica. 2 personas sobrevivieron y 3 se encuentran desaparecidos.

Según lo investigado, fueron secuestrados y ajusticiados.

Se negaron a integrar dicho grupo criminal.

 

 

 

 

 

 

MAMITA, ¿POR QUE TE FUISTE?

 

 

Mamita, ¿por que te fuiste?

Solitos nos dejaste

en tu camino a Tamaulipas.



Maldito agosto de dos mil diez

en nuestras vidas

marca un antes y un después.

Eva Nohemi, Nancy, Luis, Mayra, Richard, José,

¿qué sabemos de seis meses de tu camino sin retorno?



Mamita, ¿por qué te fuiste?

Buscabas una vida mejor para nosotros allá en el norte

con otros setenta como tú

y la muerte hallaste.



Mis hermanitos y yo te extrañamos

Quedamos esperando tu voz para siempre.

Tu cuerpo, fuente de vida encontraron

maniatado, frío, rígido.



Mamita, ¿porqué te fuiste?

Solitos nos dejaste en tu camino a Tamaulipas.



Poema inspirado en la primera masacre de San Fernando conocida fuera de México como masacre de Tamaulipas ocurrida entre el 22 y el 23 de agosto de 2010.

Fué un crimen cometido por el crimen organizadon en el Ejido de Huizachal del Municipio de San Fernando, Tamaulipas, México.

Los 72 asesinados fueron en su mayoría inmigrantes de centro y Suramérica. 2 personas sobrevivieron y 3 se encuentran desaparecidos.

Según lo investigado, fueron secuestrados y ajusticiados.

Se negaron a integrar dicho grupo criminal.

 

 

martes, 11 de febrero de 2020

TOMAR PARTIDO



Demasiado a menudo se confunde espiritualidad con religiones, cultos concretos que separan al ser humano.
La espiritualidad para mi es una reflexión filosofica que nos hace tomar partido: percibo al/la que llega como herman@ o como amenaza.

En ese sentido, para mi acogida y espiritualidad van juntos: mi herman@ aunque no le conozca, llega huyendo de lo que sea, necesitando cosas basicas, etc. y yo le acojo, le abro mi casa, le digo bienvenida/o.


Entonces el encuentro y el enriquecimiento mutuo se producen.
La historia del/la inmigrante es la historia de la humanidad.
Los seres humanos nos hemos movido buscando un entorno y condiciones mejores para nosotros y nuestros seres queridos siempre.

Lo que nos hace distintos no nos da miedo, al contrario, nos enriquece.
Somos diferentes en cultura, religión, colores de nuestra piel,  visiones del mundo, etc. pero iguales en sentires y derechos.

Intercambiando, compartiendo, saberes, talentos y capacidades entre personas de distintas procedencias y experiencias e igual "fondo" humano, vital,
se produce la creatividad, lo nuevo y la posibilidad del encuentro y de crear un mundo mejor.

La hospitalidad, el respeto a la diversidad y crear CON el otro/la otra un mundo mejor es simplemente entender la naturaleza humana, entendernos a  nosotros mismos y entre tod@s y enriquecernos mutuamente.

Y es también una elección,  es tomar partido por la vida imparable que navega, vuela, se cuela en los bajos de un camión y nos empuja siempre.


miércoles, 29 de enero de 2020

DESHAUCIO EN EL BALCON



En la sala de espera de las últimas que llegaron, el grupo  nuevo sospechoso de desobedecer las normas con sus rasgos característicos -hojas verdes, tallos con carácter-  relataba su nueva situación.

Habían sido despojadas de su hábitat de mala manera,no les habian dejado llevarse sus pertenencias: la jarra que las regaba, los maceteros, la reserva de tierra, todo habia quedado en el balcón, su hogar.

Y ahora estaban allí, en un sitio desconocido sin saber qué sería de ellas, mezcladas de cualquier modo: las del extremo del balcón  en la esquina con las de debajo de la ventana y con las del rincón de las plantas con flores.

Las habían arrancado unos gigantes de una rara especie animal con la complicidad de una de ellos, quien las habia regado cinco años con mimo.

El volumen del sonido del grupo aumentó.
Sonaba como el viento en las montañas.
La gigante llegó, cogió a una de las nuestras y nos fue pasando a sus amigos, gigantes también; dijo el aguacate más viejo con hojas de un verde brillante.
Cogió al poto, que arrastraba sus hojas y guias por los suelos (quizás sospechaba algo).

Luego le llegó el turno al rosal del alféizar de la ventana que compartía espacio con la azalea.
A la orquídea, de tallos largos y hojas gruesas no la tocó.

Los demás  escuchaban e intervenían a la vez.
- No nos miró a las hojas ni a las flores. No nos susurró una canción ni nos habló una a una, intervino una planta invernal que en el otoño habia dado flores color vino, la última que había llegado al balcón.

Tenía al grupo de gigantes muy bien adoctrinado, en fila, dentro de la casa.
Era un día gris, estábamos sedientas de agua y de sol.
Hacía varios días que no nos regaba ni aparecía por el balcón.

Podíamos haber sospechado que algo no iba bien.
Tampoco cumplió con su rutina: no nos movió  para ponernos cerca unas de otras, ni nos regó con mimo y tiempo.
Tampoco limpió el balcón ni nos contó sus alegrias y sus penas.

Alcancé a despedirme e intente advertir con mis hojas más nuevas mientras me izaban en el aire -dijo la dama de noche.

Los gigantes nos pasaron de manaza en manaza entre ellos sin mirarnos a las hojas ni reconocernos y nos colocaron juntas pero de cualquier manera cerca de una puerta y un coche y ahora estamos aqui, sin saber  qué será de nosotras.

Se miraron a las hojas y se lanzaron vibraciones a traves de minúsculas gotitas de agua que les permitieron pasarse información y proyectos sin que seres de otras especies lo detectaran.

Como sucedió en LA ESTRATEGIA DEL CARACOL, en la lejana Colombia, el plan de fuga saltó de hoja en hoja, de tallo en flor cayendo a la tierra y saltando a un recien nacido brote y de ahi a otra flor.

La dama de noche fue la primera en desverderizarse y dejar en su lugar un hermoso holograma igualito a ella.
Una a una, las microparticulas de cada una de las plantas pasaron a otra dimensión con tiempos distintos y volvieron a unirse junto a la orquídea y la planta de las flores del otoño del color del vino que se habían quedado muy solitas en el balcon.

Cuando las autoridades parecian haberlas olvidado en la sala de espera intentaron cogerlas para aplicarles la sancion correspondiente, los hologramas se hicieron humo.

Listas para darse alegría entre ellas, recibir el sol y el agua que una nueva gigante les proporcionaría en el mismo balcón que consideraban suyo, se verderizaron nuevamente, atomo a átomo  recomponiéndose y reconociéndose juntas y felices.